En 1921, el
profesor Frederick Banting descubrió, junto
con su alumno Charles Herbert Best, la
insulina, la hormona que metaboliza los hidratos de
carbono y cuya ausencia es la causa de la diabetes.
Desde finales
del siglo XIX los científicos se habían percatado de la relación entre el
páncreas y la diabetes. Algunos trabajos indicaban que la enfermedad estaba
causada por una carencia de una hormona segregada por los islotes de Langerhans
del páncreas.